viernes, 7 de diciembre de 2012

Reseña: Monster: El monstruo sin nombre.



En diciembre de 1994 Naoki Urasawa comenzó la publicación de Monster en la Big Comic Original. Entonces no lo sabía, pero con el tiempo se convertiría en una serie de éxito. Y es que tenía todos los elementos necesarios para ello: terror, drama, acción y un estremecedor conflicto; ¿se debe matar a un monstruo?



Monster se inicia con un pasaje del Apocalipsis:

Y yo me paré sobre la arena del mar, y vi una bestia emerger del mar, que tenía siete cabezas y diez cuernos; y sobre sus cuernos diez diademas; y sobre las cabezas de ella nombre de blasfemia. (...) Y adoraron al dragón que había dado la potestad a la bestia, y adoraron a la bestia, diciendo: "¿Quién es semejante a la bestia, y quién podrá lidiar con ella?"
 
Inmediatamente después, comienza la historia propiamente dicha, pero al final el lector se dará cuenta de la vital importancia de esta referencia bíblica.

La historia nos sitúa en la Alemania Occidental de 1986. Kenzo Tenma es un doctor japonés que trabaja en un hospital alemán. Es un cirujano especializado en neurología, tiene un futuro prometedor ante sí y es amable, atento e íntegro. Sin embargo, su puesto de trabajo peligra cuando, una noche, llegan dos pacientes a su cargo. Un niño y una niña mellizos han sido testigos de la muerte de sus padres adoptivos; el niño está gravemente herido, mientras que la niña, en estado de shock, es incapaz de articular palabra alguna. Tenma decide operar al niño de urgencia, dándole prioridad ante la gravedad de su estado frente al alcalde de la ciudad, también hospitalizado.  El niño se salva, pero el alcalde muere, lo que traerá severas consecuencias profesionales para Tenma. La situación empeora cuando la niña recupera el habla y dice simplemente “Mátale…”: después, los mellizos desaparecen misteriosamente…

Nueve años después, volvemos a saber de Tenma. Aunque ha vuelto a abrirse camino profesionalmente, tiene problemas. Los compañeros que se beneficiaron de su error nueve años atrás sufrieron extrañas y sospechosas muertes, así que la policía no le quita ojo de encima. Y una noche, en la terraza del hospital, Tenma se reencuentra con el niño al que salvó. Él le explica que fue él quien asesinó a los médicos que se habían beneficiado del error del doctor japonés; Johan es un diabólico asesino, sí, pero todo se lo debe a Tenma, por haberle salvado nueve años atrás. A partir de aquí los acontecimientos se precipitan y surge el conflicto: ¿se debe salvar a un monstruo? ¿Se debe matar a un monstruo?

La labor de documentación de Urasawa es innegablemente intensa. La historia nos llevará por un amplio paisaje europeo: muchos escenarios que aparecen se pueden visitar hoy en día. 

Tan amplia como el paisaje es la galería de personajes. En su búsqueda del asesino, Tenma conocerá, horrorizado, la amplia trama en la que está metido Johan. Tan importantes como Tenma y Johan son Anna, Lunge, Grimmer, y así un largo etcétera. Cada personaje tiene su historia; en una estructura en red, todas acaban confluyendo, de una u otra manera, en Johan, pero  cada uno por sus propios motivos. La historia de Monster no es sólo la historia de Johan y Tenma. La historia de Monster es muchas historias y una sola. 

Destacan, sin embargo, Johan y Tenma. Son contrarios y complementarios, ambos memorables, ambos inolvidables. Tenma es el Bueno, el bueno por naturaleza, el bueno porque lo es, no porque quiera serlo. Johan es un malvado a la altura, cumple los requisitos de todo malo que se precie; es carismático, es consciente de lo que hace. De alguna manera, deseas que gane.



Algunos capítulos son pausados, pero siempre se avanza en la historia. Monster bebe de series de intriga y películas de cine negro, es obvio, pero, a la vez, parece nueva y fresca. 

Uno de los puntos que más llamaron mi atención fue la importancia de los nombres. Johan se llama así y no puede llamarse de otra manera, como veremos. Antiguamente la gente tenía un nombre secreto, uno usado sólo para la familia y mejores amigos, y otro de cara al público. Hoy en día libros y series hacen uso de este motivo: los nombres son importantes. Los nombres son peligrosos. Ulises no revela su nombre a Polifemo, para así salvarse. En Terramar, que alguien conozca tu nombre es terriblemente peligroso para ti: y así, un largo etcétera en la literatura fantástica (Gollum no obedece a nadie hasta que Frodo le llama por su verdadero nombre, Sméagol; Bilbo evitar mediante acertijos desvelar su nombre al dragón, aunque cometió el error de desvelárselo a Gollum; los nombres verdaderos cobran importancia extrema para Eragon y Murtagh; de nombres y nombres propios versa El nombre del viento). 

Sólo una cosa más, quizá para mí la más importante, es el final. Monster tiene una perfecta estructura cerrada. Como empieza, acaba. 

¿Sabías que…?:

-Monster tuvo también una adaptación animada, una de las más fieles hasta la fecha hecha para cualquier manga. Con ello, Urasawa se consolidó como autor fuera de Japón y abrió las puertas para que se publicaran otras grandes obras suyas.
-La novela Another monster viene a completar la historia. Timun Mas la publicó en España, pero puede adquirirse en otros países a través de la compra por internet.

Fuentes:

-http://es.wikipedia.org/wiki/Monster_%28manga%29
-Urasawa, Naoki: Another monster, informe de una investigación. Editorial Timun Mas, 2008.

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